José Martí Pérez

Jose-marti-1José Martí Pérez (1853-1895). Político, escritor y pensador cubano. Organizador de la Guerra de Independencia (1895-1898). Uno de los más relevantes pensadores de América Latina, y escritores en lengua española.

Nació en La Habana el  28 de enero de 1853. Fue el primer hijo, y el único varón, del valenciano Mariano Martí Navarro, sargento del Regimiento de Artillería de La Habana y celador de policía, y de la canaria Leonor Pérez Cabrera. En 1857  se estableció con su familia en Valencia, España, donde residió dos años. De regreso a La Habana, asistió al colegio de Rafael Sixto Casado. A los nueve años de edad acompañó a su padre a Hanábana  -zona montuosa al sur de la actual provincia de Matanzas-, y luego a Honduras Británica (hoy Belice).  En 1865 ingresó en el colegio del poeta y periodista Rafael María de Mendive, quien le hizo conocer a la intelectualidad habanera, lo empleó como su amanuense y costeó los estudios de bachillerato que el joven Martí inició en 1866.

Al comenzar en 1868 la Guerra de los Diez Años, Mendive fue apresado, y clausurado su colegio; Martí se empleó entonces en un bufete para contribuir a la economía familiar. Fue detenido en octubre de 1869 por hallársele en posesión de una carta en la que acusaba de apóstata a un condiscípulo por haberse incorporado al jose-marti-2Cuerpo de Voluntarios que sostenía al colonialismo español.  Un  consejo de guerra  lo condenó a seis años de presidio, y fue enviado a realizar trabajos forzados en unas canteras, donde su salud sufrió serios quebrantos. A finales de 1870 se le conmutó la pena por la de deportación a España; País en el que realizó estudios universitarios, en Madrid, graduándose en la especialidad de Derecho, y en Zaragoza, de Filosofía y Letras.

En 1875 se reunió con su familia en  la ciudad de México, y se alistó en una expedición con destino a Cuba que nunca se dio a la mar. En 1877 se estableció en Guatemala tras un breve paso por Cuba, a donde retornó su familia. Regresó a La Habana en agosto de 1878, terminada la Guerra de los Diez Años, en compañía de su esposa, la cubana Carmen Zayas-Bazán, de quien tuvo su único hijo en ese mismo año.

Fue uno de los más destacados conspiradores que impulsaron la Guerra Chiquita (1879-1880) en la zona occidental de  la Isla, hasta que fue detenido y deportado nuevamente a España en 1879, de donde escapó a Nueva York para unirse al Comité Revolucionario que lideraba el general Calixto García, quien lo dejó al frente de ese órgano  al volver a Cuba para unirse a la contienda. Fracasado el movimiento, Martí viajó a Caracas en 1881, pero seis meses después regresó a Nueva York, donde residió casi de manera ininterrumpida hasta el final de su vida.

Allí no cejó en su empeño libertador: en 1882 escribió a los generales Máximo Gómez y Antonio Maceo invitándoles a reanudar el esfuerzo patriótico, pero ambos consideraron prematuro el intento, y a finales de ese año estuvo entre los creadores de Comité Patriótico Organizador de la Emigración Cubana de Nueva York y sus Suburbios, presidido por Salvador Cisneros Betancourt. En 1884 se unió al Plan de San Pedro Sula, preparado en Honduras con destino a la independencia de Cuba, por Máximo Gómez con la colaboración de Antonio Maceo, pero se separó del mismo en octubre de ese año por considerar que estaba lastrado por el caudillismo militar. Se mantuvo al margen de ese plan hasta su fracaso en 1886 sin poder reiniciar la lucha amada en Cuba.

jose-marti-3Martí ocupó nuevamente la tribuna el 10 de octubre de 1887 para así reincorporarse activamente a la vida política de la emigración. Ese año promovió un encuentro con el general Juan Fernández Ruz, quien dio a conocer un nuevo proyecto revolucionario, que no tuvo continuidad. A finales de ese año se le eligió presidente de la Comisión Ejecutiva, órgano de la emigración en Nueva York, y a nombre de ella solicitó el apoyo de Gómez y de Maceo, quienes expresaron su disposición patriótica.

Desde entonces se convirtió en la personalidad más relevante de los patriotas de aquella ciudad al estar entre los fundadores del club Los Independientes, pronunciar cada año un discurso en la conmemoración del comienzo de la Guerra de los Diez Años, el 10 de octubre de 1868, y polemizar con los autonomistas y anexionistas. En sus crónicas sobre Estados Unidos denunció los objetivos expansionistas hacia Latinoamérica y anexionistas hacia Cuba que movieron al gobierno del Norte a convocar a la Primer Conferencias Panamericana reunida en Washington entre 1889 y 1890.

A finales de 1891 hizo un recorrido por Tampa y Cayo Hueso, y logró que fuera aceptado su plan revolucionario, y el 10 de abril de 1892 se proclamó el Partido Revolucionario Cubano, del cual fue su dirigente supremo al ser electo para el cargo de Delegado hasta su muerte, y con el que organizó la Guerra de Independencia (1895-1898). Con la anuencia y firma de Máximo Gómez, electo General en Jefe del Ejército Libertador, redactó el Manifiesto de Montecristi, documento emitido desde esa ciudad dominicana el 25 de marzo de 1895, en que se explicaban las razones de la lucha armada de liberación. A las pocas semanas de iniciada la nueva contienda independentista,  desembarcó en la Isla con Gómez y otros compañeros, y dio pasos para organizar la revolución y constituir un gobierno representativo de los cubanos que habían tomado las armas jose-marti-4contra el colonialismo. Halló la muerte en su primer combate, en Dos Ríos, sitio de la actual provincia de Santiago de Cuba, el 19 de mayo de 1895. Sus restos reposan en un mausoleo en el cementerio de Santiago de Cuba. Se le conoce como el Maestro y el Apóstol de la independencia cubana.

 

Martí escritor
Desde la adolescencia escribió poemas y al comenzar  la Guerra de los Diez Años  publicó artículos y una pieza teatral de tema patriótico en La Patria Libre y El Diablo Cojuelo, periódicos de corta vida. En España colaboró en algunas publicaciones, escribió su drama Adúltera e imprimió los opúsculos El presidio político en Cuba y La república española ante la revolución cubana. En México se unió a la redacción de la Revista Universal, en la que publicó centenares de textos periodísticos (artículos, comentarios críticos, reseñas teatrales, boletines parlamentarios, sueltos y gacetillas) y muchos poemas, y estrenó su pieza teatral Amor con amor se paga. En 1878 redactó el folleto Guatemala, y en ese país se puso en escena su obra Patria y libertad (Drama indio). Colaboró en Nueva York en periódicos de lengua inglesa, con artículos sobre temas de artes, letras y costumbrismo, y en Caracas sacó dos  números de la Revista Venezolana. Vuelto a la ciudad norteña, publicó dos cuadernos de poemas, Ismaelillo y Versos sencillos; colaboró en la revista mensual La Ofrenda de Oro y fue editor y redactor de los mensuarios La América y El Economista Americano, y de la revista para niños La Edad de Oro, además de publicar por entregas su única novela, Amistad funesta o Lucía Jerez. Durante más de diez años escribió las «Escenas norteamericanas», grandes crónicas y ensayos acerca de Estados Unidos, que aparecieron en numerosos periódicos y revistas de Hispanoamérica, con las cuales pretendía demostrar que aquella nación no podía ser tomada como modelo por los pueblos del Sur del continente, y que le ganaron amplio reconocimiento en el mundo literario de la lengua española. En 1892, para promover la lucha contra el colonialismo, fundó el periódico Patria, en el que la mayor parte de los artículos salían de su pluma y donde publicó numerosos escritos explicando los fundamentos del Partido Revolucionario Cubano, lo imprescindible de la unidad entre los patriotas, la necesidad y viabilidad de la lucha armada contra el dominio español, el carácter negativo para la nacionalidad cubana del autonomismo y el anexionismo, y el significado de Cuba libre para el equilibrio de América y el orbe finiseculares. Dejó inconcluso su libro Versos libres, endecasílabos en los que trabajó desde joven y en los que entrega con singular maestría expresiva su concepción del mundo y de la vida.Su dominio y renovación de la lengua y su peculiar estilo lo han convertido en paradigma de la modernidad literaria hispanoamericana tanto en prosa como en verso. Ejerció una enorme influencia literaria sobre sus contemporáneos y sobre varias generaciones sucesivas de escritores.

 

Martí intelectual
Ejerció el profesorado en diversas etapas de su vida. En Guatemala impartió filosofía y literatura; en Cuba, literatura; en Venezuela, francés, literatura y oratoria; en Nueva York, dio clases español y de temas varios a los obreros cubanos emigrados.  Por unos meses ejerció la abogacía en su patria, tradujo textos del francés y del inglés al español, fue oficinista en casas comerciales, se desempeñó como cónsul en Nueva York de Uruguay, Argentina y Paraguay, y representó a la primera de esas naciones en la Conferencia Monetaria de las Repúblicas de América de 1891, en Washington, donde encabezó exitosamente la oposición a la idea del gobierno estadounidense de imponer una moneda común en el Continente.
Ideario martiano
Desde joven  se interesó por los problemas del desarrollo social y económico de Latinoamérica, expresó su admiración por las culturas originarias de ese continente y  manifestó preocupación por las intenciones expansionistas de Estados Unidos. Su estancia en Caracas reafirmó su filiación a las ideas de unidad continental de Simón Bolívar, así como lo convenció de que los asuntos latinoamericanos debían ser asumidos desde su propia historia y realidad, y de que sus problemas estructurales venían de los tiempos coloniales y se reiteraban a lo largo de la región. Abogó por una república independiente, de mayorías populares, alcanzada por la acción unida de los cubanos de la Isla con los emigrados. Su inicial crítica de base ética al mercantilismo de la sociedad estadounidense, fue completándose con un análisis de la significación de los nacientes monopolios y la creciente influencia de estos, tanto al interior del país como en la política exterior, encaminada a controlar mercados y asegurar el control de territorios, en especial de la que él llamó Nuestra América. Proclamó la necesidad de la unión entre los pueblos de la América española para evitar la hegemonía de Estados Unidos sobre ellos, cuyo primer paso sería la independencia de Cuba y de Puerto Rico. Defendió la originalidad y la identidad cultural de la región, y expuso la tesis de que era preciso abolir las estructuras heredadas de la colonia y crear modelos políticos y sociales desde las propias realidades y necesidades continentales. Su ensayo «Nuestra América», publicado en 1891, se considera una brillante síntesis de los problemas internos y las amenazas exteriores a los países hispanoamericanos, así como de las maneras de romper definitivamente con la herencia colonial y oligárquica presente en las repúblicas de la región.La toma de partido junto a las clases populares de Cuba e Hispanoamérica y de los pueblos dependientes, su rechazo a las hegemonías de todo tipo, y su ética humanista y de servicio son los fundamentos de su cosmovisión. Escribió que su misión era «desatar a América y desuncir al hombre».

 

Selección de Frases
“La gratitud, como ciertas flores, no se da en la altura y mejor reverdece en la tierra buena de los humildes.”“Ayudar al que lo necesita no sólo es parte del deber, sino de la felicidad.”

“El que tiene un derecho no obtiene el de violar el ajeno para mantener el suyo.”

“Para ir delante de los demás, se necesita ver más que ellos.”

“El único autógrafo digno de un hombre es el que deja escrito con sus obras.”

“Hay un solo niño bello en el mundo y cada madre lo tiene.”

“Los hombres se dividen en dos bandos: los que aman y fundan, los que odian y deshacen.”

“Los derechos se toman, no se piden; se arrancan, no se mendigan.”

“La única fuerza y la única verdad que hay en esta vida es el amor. El patriotismo no es más que amor, la amistad no es más que amor.”

“La felicidad general de un pueblo descansa en la independencia individual de sus habitantes.”

“La libertad no puede ser fecunda para los pueblos que tienen la frente manchada de sangre.”

“La libertad es el derecho que tienen las personas de actuar libremente, pensar y hablar sin hipocresía.”

“Vale más un minuto de pie que una vida de rodillas.”

“El derecho del obrero no puede ser nunca el odio al capital; es la armonía, la conciliación, el acercamiento común de uno y del otro.”

“Los hombres son como los astros, que unos dan luz de sí y otros brillan con la que reciben.”

“También a un gran hombre lo puede exasperar una miserable mosca.”

“El lenguaje ha de ser matemático, geométrico, escultórico. La idea ha de encajar exactamente en la frase, tan exactamente que no pueda quitarse nada de la frase sin quitar eso mismo de la idea.”

“La patria es dicha, dolor y cielo de todos y no feudo ni capellanía de nadie.”

“Las verdades elementales caben en el ala de un colibrí.”

“Los niños son la esperanza del mundo.”

 

Bibliografía activa

Obras completas. 27 t., Ed. Nacional de Cuba, La Habana, 1963-1965.

Obras escogidas. 3 t., Ed. Política, Centro de Estudios Martianos, La Habana,  1978.

Epistolario. 5 t., Centro de Estudios Martianos, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1993.

Obras completas, edición crítica, comenzadas en 2000, e impresas hasta el t. 16, Centro de Estudios Martianos, La Habana.

En los Estados Unidos, periodismo de 1881 a 1892, ed. crítica, col. Archivos, no. 43, Madrid, 2003.

Bibliografía  pasiva

Anuario Martiano, Sala Martí de la Biblioteca Nacional José Martí, La Habana, 1969-1977.

Anuario del Centro de Estudios Martianos a partir de 1978.

Atlas José Martí, Oficina Nacional de Hidrografía y Geodesia, Ed. GEO, Centro de Estudios Martianos, La Habana, 2003.

Estrade, Paul: José Martí. Los fundamentos de la democracia en Latinoamérica. Doce Calles, Madrid, 2000.

Fernández Retamar, Roberto: «Introducción a José Martí». Obras, 2, Ed. Letras Cubanas, La Habana, 2000.

García Marruz, Fina: El amor como energía revolucionaria en José Martí. Centro de Estudios Martianos, La Habana, 2003.

Hidalgo Paz, Ibrahim: José Martí. 1853-1895. Cronología, Centro de Estudios Martianos, La Habana, 1992.

Ibarra, Jorge: José Martí: dirigente político e ideólogo revolucionario, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1980.

Mañach, Jorge: Martí, el Apóstol, Espasa-Calpe S.A., Madrid, 1933.

Rodríguez, Pedro Pablo: De las dos Américas, Centro de Estudios Martianos, La Habana, 2002.

Toledo Sande, Luis: Cesto de llamas; biografía de José Martí. Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1996.

Luis Toledo Sande y Ana Cairo, comp.: José Martí. Valoración múltiple, Casa de las Américas, La Habana, 2007.

Vitier, Cintio: Vida y obra del Apóstol José Martí, t. 22-IV de la Historia general de América, Caracas, 2000.

___________________: «Temas martianos 1 y 2», Obras, 6 y 7, Ed. Letras Cubanas, La Habana, 2004.

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