Nació el 28 de abril de 1803.
Murió el 7 de diciembre de 1866.
Grande por la inteligencia y grande por el corazón, su nombre suena a gloria. Escritor de profundos conocimientos y espíritu liberal, su pluma fue como un ariete y como una palanca echaba abajo y levantaba! A los trazos de ella vinieron abajo viejas preocupaciones y se levantaron altares a los beneméritos de la patria. Seguro de que los tiranos en ningún tiempo ceden a razonamientos ni a ruegos, propagaba la revolución, que es, cuando es necesaria, un ahorro de tiempo, de sangre y de vergüenza. Un día, llevado por su animosidad al dominio de España en su país, brega por la anexión de Cuba a los Estados Unidos, lo que felizmente no logra, felizmente, pues que de haber sido Cuba anexada entonces, no seríamos hoy lo que somos, una república, con nuestra bandera y nuestro himno y nuestras llagas y nuestras cojeras… Gaspar Betancourt Cisneros, El Lugareño, seudónimo con que se le conoce en el campo del periodismo, fue para su pueblo, en el orden de las ideas, un mentor, y en el orden de la acción, un futuro caudillo…